Este artículo analiza, desde una perspectiva económica, el impacto de los servicios de educación en Arica, Valdivia y Punta Arenas. Utilizando tablas input-output para los años 2007 y 2012, elaboradas a 25 actividades y productos, la investigación estima el aporte de la educación desde la perspectiva de los multiplicadores externos, de autoconsumo e internos de Miyazawa (1966). Luego, utilizando la técnica de Rasmussen (1956) se determinaron los tipos e importancia de las interrelaciones productivas existentes. Finalmente, usando la propuesta modificada de Soza-Amigo en 2007 para evaluar los impactos de las actividades por medio de los coeficientes de dispersión ponderados de acuerdo a las características de la economía, se responde al alcance de sus repercusiones en el sistema económico. Los resultados revelan que las actividades que poseen altos multiplicadores son claves y concentran sus efectos en torno a ellos, mientras que educación teniendo unos multiplicadores cercanos al promedio y baja interrelación con el sistema económico, exhibe impactos con mayores alcances.