CIFRAS CLAVE | Pre-Pandemia MAM-2019 | Durante la pandemia | Trimestre anterior | Trimestre actual |
OCUPADOS | 317,244 | 276,845 | 297,777 | 299,782 |
DESOCUPADOS | 31,858 | 42,201 | 35,081 | 35,443 |
INACTIVOS | 171,834 | 222,355 | 220,654 | 219,194 |
TASA DE DESOCUPACIÓN | 9.1% | 13.2% | 10.5% | 10.6% |
TASA DE OCUPACIÓN | 60.9% | 51.1% | 53.8% | 54.1% |
TASA DE DESOCUPACION COMBINADA (SU3) | 14.2% | 25.7% | 20.5% | 19.8% |
TASA DE PARTICIPACIÓN | 67.0% | 58.9% | 60.1% | 60.5% |
La comparativa nacional con la situación prepandemia muestra que Antofagasta aún tiene que recuperar 21.312 ocupaciones, siendo una de las regiones mejor posicionadas a este respecto a nivel nacional.
En comparación con el trimestre anterior, en la región aumentaron la ocupación y la desocupación, mientras que la inactividad cayó, mostrando una vuelta al mercado laboral de personas que no habían estado buscando trabajo en meses anteriores.
En el tema del mes, revisamos la situación de las y los trabajadores informales, apreciándose que la recuperación de puestos de trabajo está dominada por hombres en empleos formales y mujeres en empleos informales, mostrando que ellas han debido salir a trabajar en trabajos precarios para hacer frente a la crisis económica actual, a diferencia de ellos, que han sido más contratados en puestos de trabajo más seguros.
Los datos utilizados en la preparación de este boletín corresponden al trimestre móvil MAM-2021 (marzo-abril-mayo), publicados por el Instituto Nacional de Estadísticas (INE) el 30 de junio de 2021.
Los principales resultados del trimestre son:
La Región de Antofagasta muestra un aumento de la ocupación en 2.005 personas, mostrando una leve alza en esta cifra en comparación con el trimestre anterior. Asimismo, la desocupación creció en 362 y la inactividad disminuyó en 1.460 personas.
En la región, la tasa de desocupación es mayor en 1,5% en comparación a la que tenía en el mismo trimestre de 2019.
La tasa de desocupación aumentó levemente hasta llegar a un 10,6%. Asimismo, la tasa de desocupación combinada (SU3) también bajó, pasando de un 20,5% a un 19,8%.
Por tanto, aún no es posible señalar que la economía regional está mejorando de forma definitiva, ya que la tasa SU3 aún es muy alta y sigue indicando que al menos una de cada cinco personas que desean trabajar está sin empleo.
La brecha entre la tasa de desocupación y desocupación combinada disminuyó, alcanzando un 10%. Es importante destacar que, antes de la emergencia sanitaria, la brecha entre estas dos tasas de desempleo se mantenía estable y alrededor de un 6%, por lo que aún la diferencia entre ambos indicadores es muy alta en relación con el escenario anterior al estallido social y la pandemia.
La tasa de desocupación combinada (SU3), que suma a la tasa de desocupación los inactivos que están dispuestos a trabajar, pero que no han salido a buscar trabajo, disminuyó levemente desde 20,5% a 19,8%, lo que continúa indicando, al igual que el trimestre anterior, que alrededor de una de cada cinco personas que desean trabajar siguen sin empleo.
Esta tasa aún refleja, por una parte, un escenario muy negativo respecto del mismo trimestre del año anterior y, por otro lado, un cambio estructural en el mercado laboral, ya que será difícil generar todos los puestos de trabajo después que pase la pandemia para este significativo grupo de habitantes de la región de Antofagasta.
En tanto, la brecha entre ambas tasas disminuyó en el trimestre en estudio, llegando a un 9,2% en comparación al 10% del trimestre FMA-2021.
Si bien las tasas de desocupación y desocupación combinada (SU3) se movían de forma coordinada en el periodo anterior al estallido social y la pandemia, con una brecha estable alrededor del 6%, a partir de estos acontecimientos la diferencia entre ambos indicadores comenzó a aumentar. Lo anterior muestra un quiebre estructural en el mercado laboral y, además, apoya la hipótesis de que estamos enfrentando una crisis que sería de carácter permanente.
De todas formas, se reitera que la pandemia ya no se puede enfrentar como una crisis con secuelas temporales -y con alto rebote-, sino que debe leerse como una crisis que se está instalando y de la que tomará tiempo salir, especialmente a la luz del recrudecimiento de las cifras de afectados por el COVID-19 en Chile.
| OCUPADOS | DESOCUPADOS | INACTIVOS | ||||||
TRAMO EDAD | MAM-2019 | MAM-2021 | VARIACIÓN | MAM-2019 | MAM-2021 | VARIACIÓN | MAM-2019 | MAM-2021 | VARIACIÓN |
15 - 29 AÑOS | 76,985 | 65,336 | -15.1% | 12,088 | 13,719 | 13.5% | 77,853 | 97,918 | 25.8% |
30 - 44 AÑOS | 133,035 | 120,450 | -9.5% | 8,958 | 12,714 | 41.9% | 22,579 | 33,527 | 48.5% |
45 - 59 AÑOS | 79,272 | 87,733 | 10.7% | 8,900 | 6,580 | -26.1% | 22,680 | 32,262 | 42.2% |
60 O MÁS AÑOS | 27,951 | 26,262 | -6% | 1,913 | 2,430 | 27% | 48,721 | 55,488 | 13.9% |
Al comparar la situación ocupacional actual (por rango etario) con la existente antes de la pandemia (MAM-2019), se observa que ella solo ha aumentado en el grupo entre 45 y 59 años, que presenta un 10,7% más de empleo. En cuanto al número de desocupados, ellos han disminuido solo en este grupo, apreciándose que los más afectados por la desocupación han sido los mayores de 45 años.
En lo relativo a las cifras de inactividad, la mayoría de las personas en esta situación se encuentran en el grupo entre 15 y 44 años. De los más de 47 mil inactivos más de la región, un 65,4% pertenece a dicho rango etario. Por ello, se hace necesario fortalecer los planes de empleo, de modo tal de alentar el ingreso (y reingreso) de las y los trabajadores al mercado laboral de la región de Antofagasta.
| OCUPADOS | DESOCUPADOS | INACTIVOS | ||||||
NIVEL EDUCACIONAL | MAM-2019 | MAM-2021 | VARIACIÓN | MAM-2019 | MAM-2021 | VARIACIÓN | MAM-2019 | MAM-2021 | VARIACIÓN |
Primaria o menos | 27,029 | 21,273 | -21.3% | 2,050 | 4,079 | 99% | 33,769 | 30,779 | -8.9% |
Secundaria | 161,586 | 151,341 | -6.3% | 18,876 | 18,932 | 0.3% | 98,128 | 117,413 | 19.7% |
Técnica | 46,520 | 49,552 | 6.5% | 3,141 | 3,444 | 9.6% | 13,126 | 17,910 | 36.4% |
Universitaria o más | 82,108 | 77,615 | -5.5% | 7,791 | 8,988 | 15.4% | 26,738 | 49,211 | 84% |
Al comparar el trimestre en estudio con el mismo de 2019, se observa que todos los niveles educacionales disminuyeron su ocupación, a excepción de quienes poseen educación técnica, quienes aumentaron este indicador en 6,5%.
En tanto, las cifras de desocupación aumentaron para todos los grupos, en especial para quienes cuentan con educación primaria (+99%), confirmando así que la crisis ha golpeado en mayor medida a quienes poseen un menor nivel educacional.
Las cifras de inactividad muestran que las personas con educación primaria son quienes han disminuido sus niveles de inactividad en mayor medida, con un 8,9% menos que en MAM-2019, mostrando que personas con menores niveles de instrucción han debido salir a buscar trabajo para hacer frente a la crisis.
En nuestro tema del mes, revisamos la situación de los trabajadores informales en la región, comparando su situación actual con la observada antes del inicio de la pandemia.
Al comparar la situación de los ocupados formales e informales con la existente en MAM-2019 observamos que, a diferencia de lo que ocurre en otras regiones, los efectos de la pandemia han hecho que la perdida de ocupación sea más fuerte para los trabajadores formales que para los informales.
Los trabajadores informales representan un 23,2% del total de ocupados, aumentando en 174 con respecto al mismo trimestre de 2019.
Mientras la reducción de ocupados formales fue de 7,1%, los ocupados informales aumentaron en 0,3% con respecto a MAM-2019.
En cuanto al número de trabajadores informales observados a partir de 2019 se aprecia que, en JJA-2019, ellos llegaron a ser más de 80 mil, mientras que en ese mismo trimestre los formales llegaban a 250 mil ocupados.
La cifra de trabajadores informales tuvo su momento más bajo en JAS-2020, rondando los 45 mil. Actualmente, esta cifra se acerca a los 70 mil, en comparación con los cerca de 230 mil ocupados formales de la región.
Una dinámica preocupante que muestran los datos de este trimestre es que se profundiza la reducción de la ocupación formal este año, y que incrementa significativamente la ocupación informal. Este proceso debería preocupar a las autoridades, ya que en una economía minera durante un ciclo de altos precios, se esperaría todo lo contario, un incremento en las ocupaciones formales y una reducción del sector informal.
Este año los datos muestran un incremento cerca de 10 mil trabajadores ocupados en el sector informal, mientras que la caída de la ocupación formal en los trimestres que van del 2021 están por sobre los 6000 puestos de trabajo. Esto implica por una parte que los trabajadores que están saliendo a buscar trabajo, no lo están encontrando en el mercado formal, lo que los lleva al mercado informal.
En la región, el panorama muestra que el sector que más trabajadores informales ha perdido en relación con MAM-2019 es el de “Industrias Manufactureras” (-5.434).
En el mismo trimestre de 2019, el empleo informal alcanzaba a 69.589 personas, mientras que esta cifra ha aumentado apenas a 69.764 mil en el periodo MAM-2021. Esto indica que la el sector informal estaría al nivel pre-pandemia, por lo que toda la recuperación que falta, debería ocurrir en el sector formal.
Con respecto al trimestre anterior, la mayoría de los sectores ganó participación en ocupación informal, sugiriendo que es el mercado de trabajo informal el que está prestando espacios para aminorar los impactos de la pérdida de ocupación en la región.
Un dato preocupante en los ocupados formales está relacionado con el sector de “Explotación de Minas y Canteras”, que es el que más empleos formales ha perdido en relación con hace dos años atrás, a pesar de que es el sector que mejores noticias económicas ha tenido, ya que el precio del cobre muestra una recuperación impensada, alcanzando máximos históricos, aún mayores que los ocurridos en el reciente súper ciclo entre los años 2006 a 2012.
Esto puede ocurrir por que el sector minero está ocupando menos trabajadores, situación que tiende a ocurrir en periodos de precios bajos del cobre, o que los puestos formales creados en el sector minero están siendo ocupados por trabajadores de otras regiones que conmutan a trabajar a la Región de Antofagasta.
Si comparamos el trimestre de menor ocupación de 2020 (MJJ en el caso de Antofagasta) respecto a sus niveles en 2021, y observamos cuánto de ello se ha recuperado en MAM-2021, se aprecia que ha habido recuperación similar de empleos informales (5,1%) que de formales (4,7%). Sin embargo, aún hay un 6,7% de empleos que no han podido volver a recuperarse. Sin embargo, la ocupación informal es solo un quinto de la población laboral regional, luego es el empleo formal el que más empleo requiere recuperar.
Cuando se compara la recuperación de Antofagasta con la del resto del país, es la región que ha recuperado virtualmente la totalidad del empleo informal, por lo que casi todo lo que falta recuperar es empleo formal. Esto debe ser un llamado de atención a las autoridades, ya que aunque las cifras de recuperación son más positivas que en el resto del país, la calidad de esa recuperación es baja ya que se concentra en un tipo de trabajo desprotegido, de bajos salarios e inestable.
Por el contrario, si se miran las regiones del norte de Antofagasta, se aprecia un proceso inverso, donde la mayor parte de la recuperación faltante es la del mercado informal, mientras que el mercado formal se ve mucho más recuperado que la Región de Antofagasta.
La Región de O´Higgins y la de Magallanes muestran un patrón de falta de recuperación similar al de la Región de Antofagasta, dos regiones donde la explotación de recursos naturales es importante y también la conmutación interregional. Este es un indicio a considerar, es decir, mirar con mayor detención que está ocurriendo en estas regiones que no logran recuperar su mercado laboral formal al ritmo que lo hacen de las demás regiones del país.
• Ahora bien, si observamos la situación de la informalidad por género, se aprecia que la recuperación de puestos de trabajo está dominada por hombres en empleos formales y mujeres en empleos informales, mostrando que ellas han debido salir a trabajar en empleos precarios para hacer frente a la crisis económica actual, a diferencia de ellos, que han sido más contratados en puestos de trabajo más seguros.
• El hecho que las mujeres estén yendo al mercado informal contrasta con la primera parte de la pandemia, donde las mujeres se quedaron en casa, por miedo a contagiarse o por la poca esperanza de encontrar trabajo. Ahora se aprecia lo que en las recesiones tradicionales ocurre, es decir, las mujeres aumentan su participación, especialmente en el mercado informal para ayudar a sustentar el hogar dado que una parte importante de los trabajadores han perdido su empleo.
Editor general: Esteban López, Académico Escuela de Negocios CEPR-UAI, Investigado Adjunto COES.
Elaboración: Patricio Aroca, Director de Investigación Escuela de Negocios, UAI, Investigador Asociado COES.
Coordinación: Verónica Carreño, periodista CEPR y Boletín Laboral CEPR-COES.
Apoyo en programación: Martín Sielfeld, Ayudante CEPR-UAI y Boletín CEPR-COES.
El Boletín Laboral CEPR es un producto UAI con el apoyo del centro COES (ANID/FONDAP/15130009). Las opiniones expresadas son de exclusiva responsabilidad de sus autores y no representan necesariamente la opinión de UAI o COES