CIFRAS CLAVE | EFM-2020 | DEF-2021 | EFM-2021 |
OCUPADOS | 3,895,490 | 3,640,394 | 3,628,777 |
DESOCUPADOS | 369,743 | 492,513 | 500,089 |
INACTIVOS | 2,277,607 | 2,536,671 | 2,549,482 |
TASA DE DESOCUPACIÓN | 8.7% | 11.9% | 12.1% |
TASA DE OCUPACIÓN | 59.5% | 54.6% | 54.3% |
TASA DE DESOCUPACION COMBINADA (SU3) | 18.9% | 19.8% | 19.9% |
TASA DE PARTICIPACIÓN | 65.2% | 62.0% | 61.8% |
La comparativa nacional muestra que la Región Metropolitana aún se encuentra un 9% por debajo de las cifras de ocupación existentes hace un año atrás.
En comparación con el trimestre anterior, la ocupación disminuyó y desocupación e inactividad aumentaron, mientras que la desocupación cayó. Por ello, se observa un estancamiento en la recuperación del impacto del COVID-19 en el mercado laboral regional, hecho que ya podía apreciarse en los trimestres móviles anteriores.
En el tema del mes, revisamos la situación ocupacional en el país a un año de la llegada del COVID-19, con el fin de determinar qué sectores se han recuperado y cuáles aún están lejos de las cifras que exhibían en EFM-2020, requiriendo planes de ayuda que puedan mejorar su situación actual.
En el caso de la Región Metropolitana, podemos apreciar que los grupos de trabajadores que no han logrado recuperar sus niveles de empleo son aquellos con menores niveles educacionales y, además, quienes se desempeñan en el sector “Comercio”.
Los datos utilizados en la preparación de este boletín corresponden al trimestre móvil EFM-2021 (enero-febrero-marzo), publicados por el Instituto Nacional de Estadísticas (INE) el 30 de abril de 2021.
Los principales resultados del trimestre son:
Existe una reducción en 266 mil personas empleadas y un incremento de 130 mil personas desocupadas entre el trimestre actual y el mismo de 2020. Esto implica un 6,8% menos de empleos con relación a EFM-2020, cifra menor a la presentada en el boletín anterior, que era de un 7,1%. Sin embargo, preocupa el claro estancamiento en el proceso de recuperación del empleo.
El mayor flujo ha sido desde empleo hacia inactividad, es decir personas que salen del mercado laboral, pues dejan de buscar empleo activamente. De hecho, hubo un aumento en 271 mil personas inactivas respecto del mismo trimestre de 2020. Es por esta razón que el análisis de la situación del mercado laboral actual no debe restringir su foco a la evolución de la tasa de desempleo, sino que mirar con especial atención la evolución del empleo y el grupo de inactivos.
Existen 11 mil menos ocupados respecto al trimestre inmediatamente anterior. Esto es consistente con el estancamiento en el aumento de ocupados que ya se observaba en el boletín anterior (DEF-2020). A su vez, los inactivos aumentan en dos mil personas respecto al trimestre pasado. Lo anterior implica que la variación en el empleo de este trimestre móvil ha sido menor y ha operado principalmente a través de una variación en el desempleo.
Tal como se observaba en el boletín anterior, el estancamiento de la mejoría del mercado laboral se ve reflejada en la evolución de la tasa combinada de desocupación (SU3), la que se mantiene prácticamente inalterada con respecto al trimestre móvil anterior; mientras la tasa de desocupación convencional aumentó en 0,2%. En una crisis como la actual, donde la inactividad tiene tanta variación, lo correcto es mirar la variación del empleo o bien de la tasa combinada de desocupación, la que considera a las y los inactivos que trabajarían en caso de poder hacerlo.
Como en boletines anteriores, se observa que los grupos más vulnerables, es decir, los de bajo nivel educación e informalidad laboral, han sido los más afectados por el shock sobre el mercado laboral producto de la crisis sanitaria, en el sentido que su disminución en el número de ocupados es proporcionalmente más alta.
La gran destrucción de empleos, que se suma a las relaciones laborales suspendidas en el marco de la ley de protección del empleo, tendrá consecuencias de mediano y largo plazo, más allá de la extensión de la crisis sanitaria. Será importante observar las trayectorias que sigue la recuperación del mercado laboral para los distintos grupos que lo componen, para así pensar en el diseño de políticas públicas enfocadas en grupos específicos.
En nuestro tema del mes, estudiamos como ha sido el desempeño del mercado laboral a un año del inicio de la pandemia. Como hemos comentado en boletines anteriores, durante este año hemos observado como un porcentaje significativo de individuos en edad de trabajar han pasado a inactividad, y hemos estudiado como la pandemia ha afectado en forma diferenciada a trabajadores de acuerdo con su género y sector económico.
El gráfico muestra la comparación de las tasas de desocupación y desocupación combinada (SU3). Esta última, a diferencia de la tasa de desempleo tradicional, considera también a las personas que, aun cuando no han buscado trabajo, y por lo tanto no son parte del cálculo tradicional de la tasa de desempleo (pues se clasifican como inactivos), sí declaran que estarían disponibles para trabajar.
En boletines anteriores hemos mostrado que antes de octubre de 2019 (es decir, en condiciones previas al estallido social y pandemia), estas dos tasas se movían de forma paralela. Sin embargo, desde el estallido social y en mayor medida desde la crisis COVID-19, la tasa de desocupación combinada comienza a crecer a mayor velocidad que la tasa de desempleo. De igual modo, en estos últimos meses de recuperación, es SU3 la que ha mostrado una dinámica de mayor recuperación.
Este boletín muestra un leve aumento en la tasa SU3 de 0,1 puntos porcentuales respecto al trimestre móvil anterior, además de un aumento un poco mayor en la tasa de desocupación tradicional. Esta similitud en la dinámica de ambos indicadores durante los últimos dos trimestres móviles se explica por la casi nula variación en la inactividad. Dicho esto, dado las fuertes variaciones en la inactividad que han ocurrido durante esta pandemia, seguimos recomendando fijar la atención en la tasa desocupación combinada (SU3).
| OCUPADOS | DESOCUPADOS | INACTIVOS | ||||||
TRAMO EDAD | EFM-2020 | EFM-2021 | VARIACIÓN | EFM-2020 | EFM-2021 | VARIACIÓN | EFM-2020 | EFM-2021 | VARIACIÓN |
15 - 29 AÑOS | 845,952 | 730,785 | -13.6% | 152,179 | 170,848 | 12.3% | 869,690 | 970,968 | 11.6% |
30 - 44 AÑOS | 1,519,242 | 1,494,579 | -1.6% | 124,664 | 190,183 | 52.6% | 299,059 | 315,643 | 5.5% |
45 - 59 AÑOS | 1,071,464 | 996,374 | -7% | 71,501 | 110,091 | 54% | 305,628 | 359,742 | 17.7% |
60 O MÁS AÑOS | 458,832 | 407,038 | -11.3% | 21,399 | 28,967 | 35.4% | 803,229 | 903,129 | 12.4% |
Al comparar el periodo en estudio con igual trimestre del año anterior, se puede observar que los tramos de edad que tuvieron una mayor variación negativa de ocupados son los de 15 a 29 años y 60 años o más, similarmente a lo observado en los boletines pasados. A su vez, el tramo de edad de ocupados que disminuyó más en la cantidad de personas de un año a otro es el de 15 a 29 años.
Asimismo, se puede apreciar un aumento en los desocupados e inactivos en todas las edades.
Los tres sectores que explican la mayor proporción del empleo perdido durante el último año (en barras) son “Industrias Manufactureras” (-58 mil), Comercio (-49 mil) y Actividades Profesionales y Administrativas (-47 mil).
Al observar la variación de ocupados por industria en comparación con el trimestre anterior, se observa que la mejora en empleo es explicada principalmente por “Industria Manufactureras”, “Educación” y “Actividades de los Hogares”. Lo anterior puede deberse a que, al incluir la información de marzo, se incorpora la información del inicio del año escolar.
| OCUPADOS | DESOCUPADOS | INACTIVOS | ||||||
NIVEL EDUCACIONAL | EFM-2020 | EFM-2021 | VARIACIÓN | EFM-2020 | EFM-2021 | VARIACIÓN | EFM-2020 | EFM-2021 | VARIACIÓN |
Primaria o menos | 490,889 | 320,393 | -34.7% | 41,561 | 42,552 | 2.4% | 578,828 | 529,936 | -8.4% |
Secundaria | 1,442,954 | 1,457,981 | 1% | 143,863 | 214,093 | 48.8% | 973,166 | 1,172,138 | 20.4% |
Técnica | 644,759 | 549,992 | -14.7% | 60,902 | 95,330 | 56.5% | 231,858 | 256,181 | 10.5% |
Universitaria o más | 1,207,185 | 1,255,143 | 4% | 117,154 | 145,452 | 24.2% | 418,447 | 539,421 | 28.9% |
Cómo es común durante períodos de disminución de la actividad económica, las y los trabajadores que poseen menor capital humano son los que proporcionalmente sufren más la caída en la ocupación. Se observan leves alzas en los ocupados de educación universitaria y secundaria.
Con respecto al número de ocupados que perdieron su puesto de trabajo, con relación a lo observado el año anterior, se aprecia que el grupo más afectado son los trabajadores con educación primaria o menos.
Cabe destacar que los fuertes cambios porcentuales en la desocupación, en comparación con los de la ocupación, se deben a que el número de desocupados tiene una base mucho menor. Sin embargo, se destaca el aumento significativo en el desempleo de los trabajadores con educación técnica (56,5%), lo que también se observa en la caída en el número de trabajadores ocupados de ese grupo educacional.
Es importante dar una mirada especial a la informalidad laboral, dado que es el sector de la economía más desprotegido a los efectos económicos del COVID-19.
El paquete de medidas económicas anunciadas por el gobierno tiene, en su mayoría, instrumentos de apoyo al sector productivo formal (pymes, trabajadores dependientes, etc.), y en menor medida a los trabajadores en el sector informal.
Los trabajadores informales representan, en general, casi un 26% del mercado laboral. A pesar de que han recibido aportes en forma del bono COVID, ingreso mínimo de emergencia, y el bono/préstamos para trabajadores independientes (recién entregado a principios de junio); estos recursos seguirán siendo insuficientes mientras se siga alargando la crisis dado el actual descontrol de la pandemia.
La ocupación informal se vio más afectada por la pandemia que la ocupación formal. Lo mismo ha sucedido con la recuperación. De los empleos recuperados, un 75% son informales y un 25% son formales.
En este último año, la mayor pérdida de trabajos informales se concentra en “Comercio” y “Transporte, Información y Comunicaciones”. En el sector formal, en cambio, la mayor pérdida de empleos se encuentra en los sectores de “Industria Manufactureras”, “Construcción” y “Actividades Profesionales y Administrativas”.
Es interesante notar que en el último trimestre se observa relativamente pocos movimientos en el sector informal en muchos sectores, pero la recuperación en el sector manufacturero está siendo principalmente a través de empleos informales.
En nuestro tema del mes, estudiamos como ha sido el desempeño del mercado laboral a un año del inicio de la pandemia. Como hemos comentado en boletines anteriores, durante este año hemos observado como un porcentaje significativo de individuos en edad de trabajar han pasado a inactividad, y hemos estudiado como la pandemia ha afectado en forma diferenciada a trabajadores de acuerdo con su género y sector económico.
El gráfico nos muestra que la recuperación ha sido distinta para hombres y mujeres. Mientras que los hombres han recuperado sus niveles de empleo en “Educación”, Transporte, información y comunicaciones” y “Administración pública y defensa”; las mujeres se han recuperado en “Actividades Financieras, seguros e inmobiliarias” y “Administración pública y defensa”, mostrando que los empleos derivados de la gestión y atención del COVID-19 han generado aumentos de puestos de trabajo para ambos grupos, aunque este no es un escenario para cantar victoria, toda vez que se trata de empleos
Es interesante, también notar que actividades que usan un gran número de trabajadores, como “Comercio”, “Industrias manufactureras” y “Construcción” están en los grupos afectados y casi recuperados. Esto indica que los esfuerzos se deben centrar en los sectores severamente afectados como lo son “Alojamiento y servicios de comidas” para los hombres y “Electricidad, gas y agua” para las mujeres.
En lo relativo al número de ocupados por sector económico y rango etario, podemos ver que, sin bien todos los tramos han sufrido pérdidas de empleo, las mayores diferencias se aprecian en el área de “Comercio”, especialmente en los extremos de edad (menores de 29 años y mayores de 60).
Apreciando estos resultados, se aprecia que es muy necesario ofrecer planes de empleo y apoyos a la comunidad, en especial para las y los adultos mayores, quienes suelen tener más dificultades de acceso al trabajo y podrían tener mayores dificultades que el resto de los grupos para recuperarse en un escenario postpandemia.
Al descomponer la recuperación por grupo educacional, se observa que son los trabajadores con educación primaria y con educación técnica los que se han visto más afectados por la pandemia. Se observa que tanto para los trabajadores con educación secundaria y universitaria, la recuperación se ha logrado en varias categorías ocupacionales, y otras presentan una franca recuperación.
Por otra parte, quienes cuentan con educación universitaria han recuperado sus niveles de ocupación de hace un año atrás en casi todos los sectores, siendo la excepción más preocupante la del área de “Comercio” la que, tal como se apreció en otros apartados del boletín, es una de las más afectadas por la crisis en la Región Metropolitana.
Elaboración: Esteban López, Académico Escuela de Negocios CEPR-UAI, Investigador Adjunto COES.
Edición:
- Juan Pedro Eberhard, Director CEPR–UAI, Investigador Adjunto COES.
- Nicolás Grau, académico de la Facultad de Economía y Negocios (FEN), Universidad de Chile, Investigador Adjunto COES.
- Luis Herskovic, académico Escuela de Gobierno UAI, Investigador Adjunto COES.
Coordinación: Verónica Carreño, periodista CEPR y Boletín Laboral CEPR-COES.
Apoyo en Programación: Martín Sielfeld, Ayudante CEPR-UAI y Boletín CEPR-COES.
El Boletín Laboral CEPR es un producto UAI con el apoyo del centro COES (ANID/FONDAP/15130009). Las opiniones expresadas son de exclusiva responsabilidad de sus autores y no representan necesariamente la opinión de UAI o COES