CIFRAS CLAVE | Pre-Pandemia AMJ-2019 | Durante la pandemia | Trimestre anterior | Trimestre actual |
OCUPADOS | 700,438 | 568,594 | 627,009 | 626,639 |
DESOCUPADOS | 55,245 | 67,483 | 50,243 | 49,322 |
INACTIVOS | 578,399 | 709,166 | 676,577 | 678,615 |
TASA DE DESOCUPACIÓN | 7.3% | 10.6% | 7.4% | 7.3% |
TASA DE OCUPACIÓN | 52.5% | 42.3% | 46.3% | 46.3% |
TASA DE DESOCUPACION COMBINADA (SU3) | 16.4% | 28.9% | 21.1% | 20.7% |
TASA DE PARTICIPACIÓN | 56.6% | 47.3% | 50.0% | 49.9% |
La comparativa nacional muestra que la Región de Bío-Bío aún tiene por recuperar más de 73 mil empleos en comparación con el mismo trimestre de 2019.
En comparación con el trimestre anterior, tanto la ocupación como la desocupación disminuyeron levemente en la región, generando un aumento en la inactividad, llevando a un segundo trimestre relativamente plano en la recuperación del empleo.
En el tema del mes, revisamos los resultados de la Encuesta de Caracterización Socioeconómica Nacional (Casen) 2020, observando que la desigualdad salarial ha aumentado en la región, ya que los deciles 8 y 9 aumentan sus ingresos, mientras todos los otros los disminuyen.
Los datos utilizados en la preparación de este boletín corresponden al trimestre móvil AMJ-2021 (abril-mayo-junio), publicados por el Instituto Nacional de Estadísticas (INE) el 30 de julio de 2021.
Los principales resultados del trimestre son:
Existe una leve disminución del empleo, llegando a 626 mil personas, 74 mil menos que en el mismo trimestre de 2019, por lo que aún queda mucho empleo que recuperar, lo que se observa muy complejo dado el estancamiento en la tasa de recuperación del empleo observado en los últimos tres meses.
Se observa que la cantidad de personas inactivas aumentó en 2.038 en comparación con el trimestre anterior, mostrando que aún hay personas que salen del mercado laboral debido a la crisis derivada de la pandemia.
A diferencia de otras regiones, el desaliento en el Bío-Bío sigue siendo alto. En AMJ-2021, 10.580 personas señalaron que no salieron a buscar trabajo porque creen que no lo encontrarán, reflejando un ambiente que aún se mantiene pesimista.
La tasa de desocupación combinada (SU3), que considera también a los inactivos que estarían potencialmente dispuestos a salir a buscar trabajo, disminuyó en 0,4%, alcanzando un 20,7% en la región. Es importante destacar que, antes de la emergencia sanitaria, la brecha entre las tasas de desocupación y desocupación combinada en la región se mantenía estable y alrededor de un 9%. Sin embargo, tras quince meses de pandemia en el territorio nacional, la diferencia entre ambos indicadores se encuentra en un 13,4%.
La tasa combinada de desocupación (SU3) suma a la tasa de desocupación la proporción de personas inactivas que está dispuesta a trabajar, pero que no hizo esfuerzos por encontrar trabajo en las semanas previas a la encuesta. Esta tasa alcanzó un 20,7% en el trimestre AMJ-2021, mostrando que todavía la situación de desocupación es muy grave. En tanto, la tasa de desocupación disminuyó levemente hasta alcanzar un 7,3%.
Estos indicadores muestran que la situación de la desocupación sigue siendo grave, dado que al menos una de cada cinco personas que desea trabajar se encuentra sin empleo.
| OCUPADOS | DESOCUPADOS | INACTIVOS | ||||||
TRAMO EDAD | AMJ-2019 | AMJ-2021 | VARIACIÓN | AMJ-2019 | AMJ-2021 | VARIACIÓN | AMJ-2019 | AMJ-2021 | VARIACIÓN |
15 - 29 AÑOS | 140,987 | 108,255 | -23.2% | 22,025 | 15,093 | -31.5% | 207,087 | 233,990 | 13% |
30 - 44 AÑOS | 247,721 | 243,286 | -1.8% | 21,607 | 18,473 | -14.5% | 75,489 | 89,248 | 18.2% |
45 - 59 AÑOS | 224,543 | 207,751 | -7.5% | 9,202 | 12,076 | 31.2% | 89,070 | 111,144 | 24.8% |
60 O MÁS AÑOS | 87,187 | 67,346 | -22.8% | 2,411 | 3,680 | 52.6% | 206,753 | 244,233 | 18.1% |
La ocupación disminuyó en todos los rangos etarios en comparación con AMJ-2019, afectando en mayor medida a las personas menores de 29 años y a los mayores de 60.
En el caso de la desocupación, ella aumentó para las personas mayores de 45 años, especialmente para los mayores de 60 años, con un 52,6% más en este indicador.
En lo relativo a la inactividad, ella aumentó en todos los rangos etarios, siendo mayor su crecimiento para las personas entre 45 y 59 años.
En comparación con el trimestre pasado, es posible observar que la mayor pérdida de participación en la ocupación regional se dio en los sectores de “Educación” (-2.522) y “Agricultura, ganadería, silvicultura y pesca” (-2.298).
En tanto, los sectores que han ganado mayores niveles de ocupación comparados con el trimestre anterior son “Transporte, información y comunicaciones” (+4.636), “Actividades de los hogares” (+2.825) y “Alojamiento y servicios de comidas” (+2.280), hechos probablemente debidos al relajamiento de las cuarentenas y la apertura de locales y negocios en la región, lo que ha permitido que algunas personas puedan volver al mercado laboral del Bío-Bío.
| OCUPADOS | DESOCUPADOS | INACTIVOS | ||||||
NIVEL EDUCACIONAL | AMJ-2019 | AMJ-2021 | VARIACIÓN | AMJ-2019 | AMJ-2021 | VARIACIÓN | AMJ-2019 | AMJ-2021 | VARIACIÓN |
Primaria o menos | 124,907 | 93,441 | -25.2% | 4,388 | 6,988 | 59.3% | 189,478 | 205,710 | 8.6% |
Secundaria | 297,115 | 262,411 | -11.7% | 23,077 | 19,153 | -17% | 248,220 | 298,711 | 20.3% |
Técnica | 109,709 | 102,961 | -6.2% | 8,622 | 6,538 | -24.2% | 46,350 | 51,880 | 11.9% |
Universitaria o más | 168,621 | 166,144 | -1.5% | 19,158 | 16,643 | -13.1% | 94,351 | 113,346 | 20.1% |
En comparación con la situación existente hace dos años atrás, la ocupación disminuyó para todos los grupos, aunque con mayor fuerza para las personas con educación primaria o secundaria, mostrando que las personas con menores niveles de escolaridad suelen ser las más afectadas en tiempos de crisis económicas.
En el caso de la desocupación, ella disminuyó en casi todos los grupos, a excepción de quienes cuentan con educación primaria, con un 59,3% más de desocupados que en 2020. Esto se explica porque muchas personas que buscaban trabajo en el año 2019, en las condiciones actuales no lo hacen y permanecen como inactivos.
En tanto, los inactivos aumentaron en mayor porcentaje en los grupos que cuentan con educación secundaria (+20,3%) y universitaria (+20,1%).
Estos resultados por nivel educativo plantean un gran desafío social, ya que el gran impacto en la ocupación se ejerce sobre el grupo de menor educación que, al mismo tiempo, es el grupo de más bajos ingresos. La encuesta CASEN muestra sistemáticamente que el salto en ingresos está asociado a la educación superior y técnica profesional, mientras que en el caso de los trabajadores que solo poseen enseñanza media completa o inferior, sus ingresos tienden a ser considerablemente menores. Por esta razón, existe una posibilidad de que una gran proporción de este grupo incremente la población bajo la línea de pobreza, lo que demandará políticas especiales y urgentes.
En AMJ-2021 -y en comparación con el mismo trimestre de 2019-, tanto los trabajadores formales como los informales muestran menores niveles de empleo, reflejando que la crisis aún no ha pasado y que aún quedan muchos empleos por recuperar.
Los trabajadores informales representan 24,9% del total de ocupados, disminuyendo en 15.734 con respecto al mismo trimestre de 2019.
Mientras la reducción de ocupados formales fue de 11%, los ocupados informales disminuyeron en 9,1% con respecto a AMJ-2019.
En el mismo trimestre de 2019, el empleo informal alcanzaba a más de 172 mil personas, mientras que esta cifra ha disminuido a 156 mil personas en el periodo AMJ-2021.
Los sectores que más ganan participación en ocupación informal con respecto al trimestre pasado son los de “Transporte, información y comunicaciones” (+2.560) y “Actividades de los hogares” (+2.178), mostrando que el ya mencionado aumento de la ocupación en dichas áreas corresponde a trabajo informal, precarizando la situación de las y los trabajadores de la región.
En nuestro tema del mes, utilizamos los datos de la más reciente encuesta CASEN para observar los efectos de la pandemia en la desigualdad del ingreso.
Como hemos mostrado en boletines anteriores, la pandemia ha afectado en forma desigual distintos tipos de trabajadores y la recuperación también ha sido de forma desigual. Dado esto, utilizamos los datos de la encuesta CASEN para poder estudiar los efectos de la pandemia en la desigualdad del ingreso.
Un elemento importante de la desigualdad se refiere a distinguir entre la desigualdad del ingreso asociada a los ingresos laborales, y la desigualdad del ingreso una vez se contabilizan las ayudas estatales. Esto nos permite entender cuál ha sido el rol de las políticas públicas en ayudar a disminuir la desigualdad generada en el mercado laboral.
El gráfico muestra el comportamiento de los ingresos por decil en la región, apreciándose cuánto de él se ha perdido y cómo han aportado las ayudas estatales a amortizar esta disminución.
Como se puede apreciar, los deciles 1 al 7, junto con el 10, experimentaron una disminución de sus ingresos, a pesar de los aportes estatales. La entrega del Ingreso Familiar de Emergencia (IFE) benefició en mayor medida a los deciles 1 al 3, lo que les permitió cubrir alrededor de un 45% de la caída en los deciles 1 y 2, y más de un 70% de esta reducción en el caso del decil 1. En el caso de los deciles 4 al 7, los aportes estatales sólo permiten cubrir entre un 25% y un 35% de la caída en sus ingresos. Esto demuestra que, en general, este tipo de ayudas aporta más a los deciles de menores ingresos, dejando a la llamada clase media con menos herramientas y apoyos para hacer frente a la crisis.
Por otra parte, los deciles 8 y 9 son los únicos que, pese a la pandemia y la crisis económica derivada de ella, aumentaron sus ingresos, mostrando un aumento de las brechas salariales que convierten a Chile en un país sumamente desigual en esta área.
El gráfico muestra la relación entre ingreso del trabajo e ingreso autónomo para cada decil (per cápita, es decir dividiendo los ingresos por el número de personas en el hogar), comparando en cada caso el año 2020 con el año 2017. La diferencia entre ambos conceptos es que el ingreso del trabajo corresponde a los ingresos percibidos por sueldos o salarios, mientras que el ingreso autónomo agrega al anterior otro tipo de ganancias como, por ejemplo, los montepíos, rentas de propiedades, jubilaciones, entre otros.
En la comparativa, que muestra la situación de 2017 y 2020, podemos apreciar que, a medida que nos acercamos a los deciles de mayor ingreso, el ingreso autónomo per cápita se incrementa, mostrando que en general las personas de mayores ingresos suelen recibir otro tipo de ganancias que se suman a su ingreso del trabajo.
También se puede observar que el decil 8 incrementa sus ingresos del trabajo, sin embargo, una reducción en los otros ingresos lleva a una leve disminución en el ingreso autónomo. En el caso del decil 9, se observa que el incremento en los ingresos se debe fundamentalmente a un aumento en los ingresos del trabajo, mientras las otras fuentes de ingreso que componen el ingreso autónomo se ven disminuidas. Lo contrario ocurre en el decil 10, donde los ingresos del trabajo per cápita se ven fuertemente afectados producto de la pandemia.
Asimismo, al comparar las situaciones de 2017 y 2020, se observa también que el ingreso del trabajo ha disminuido para todos los deciles, excepto el séptimo y el octavo, apreciándose que el décimo decil es el más afectado con esta baja, con una variación del ingreso del trabajo de -$99.518.
El Coeficiente de Gini es una cifra que mide la desigualdad en salarial en una escala de 0 a 1, siendo 0 la perfecta igualdad y 1 la perfecta desigualdad.
En el gráfico se aprecia la variación del índice Gini para los ingresos autónomo y monetario de todas las regiones del país, utilizando los datos de las encuestas Casen de 2017 y 2020. Este último (ingreso monetario), se define como la suma del ingreso autónomo y las transferencias monetarias que recibe el hogar por parte del Estado.
Para todas las regiones se aprecia un aumento del Gini entre 2017 y 2020, tanto para el ingreso autónomo y el monetario, mostrando que la desigualdad ha crecido entre dichos años.
En el caso de la Región del Bío-Bío se observa que el ingreso autónomo presenta una mayor desigualdad y un mayor incremento en la desigualdad que en el caso en que se consideran los ingresos con todas las ayudas estatales, lo que muestra el efecto significativo de las políticas públicas en la reducción de la desigualdad de ingresos en la región.
Editor general: Patricio Aroca, Director de Investigación Escuela de Negocios, UAI, Investigador Asociado COES.
Autores:
- Hugo Salgado, Universidad de Concepción.
- Patricio Aroca, Director de Investigación Escuela de Negocios, UAI, Investigador Asociado COES.
Edición: Verónica Carreño, periodista CEPR y Boletín Laboral CEPR-COES.
Apoyo en Programación: Martín Sielfeld, Ayudante CEPR-UAI y Boletín CEPR-COES.
El Boletín Laboral CEPR es un producto UAI con el apoyo del centro COES (ANID/FONDAP/15130009). Las opiniones expresadas son de exclusiva responsabilidad de sus autores y no representan necesariamente la opinión de UAI o COES