La concentración en el centro del país ha alcanzado límites que podrían estar afectando negativamente el crecimiento de la nación, sin embargo la falta de información, no permite una afirmación definitiva al respecto. Este trabajo pretende contribuir a esta discusión, contrastando la hipótesis de que al menos las dos regiones extremas del país; Magallanes y Arica, tienen estructuras productivas significativamente distintas a la estructura nacional, lo que demandaría políticas complementarias específicas para estas regiones, para conseguir metas similares a los buscadas por la política nacional.
Utilizando matrices de insumo-producto para ambas regiones, se encuentra que las estructuras productivas de la región de Magallanes y de Arica, presentan grados de desarrollo, medidos a través de encadenamientos productivos y niveles de producción, considerablemente inferiores al de la economía nacional. Estos resultados refuerzan la idea que aquellas políticas basadas en la estructura económica nacional, podría no proveer los resultados buscados a las zonas extremas, generando unas necesidades por políticas específicas y complementarias a las macroeconómicas globales que se aplican en Chile.